El aumento de ataques cibernéticos para el siguiente año vendrá acompañado de nuevas tácticas para intentar robar información asegura un reporte realizado por la compañía Kaspersky.
Durante el 2019 se espera que los cibercriminales prueben nuevas tácticas para conseguir que las personas o instituciones financieras sean vulnerables a sus ataques, mismas que se esperan sean más complejas por lo que se prevé que será mucho más difícil identificarlas.

Esto de acuerdo con Vicente Díaz, investigador de seguridad en Kaspersky Lab, quien explica que el próximo año las Amenazas Persistentes Avanzadas (APT) se dividirán en dos grupos.

El primero de ellos engloba a los novatos que explorarán ataques con el uso de herramientas como botnets, pero que seguirán siendo detectables debido a la falta de experiencia y a las precauciones que tome la población respecto a las amenazas.

El otro grupo de atacantes estará conformado por expertos que usarán herramientas más sofisticadas y que los harán casi indetectables.

“En 2018, los agentes de amenazas han llevado a nuevos paradigmas. La conciencia pública ha crecido y las investigaciones de expertos han puesto de relieve las grandes operaciones cibernéticas, lo que ha hecho que este asunto sea noticia de primera plana en todo el mundo. Esto provocará un cambio en el panorama cibernético, ya que los agentes de amenazas complejos buscan el silencio y la oscuridad de sus ataques para aumentar la probabilidad de éxito. Este cambio hace que el descubrimiento de operaciones nuevas y sofisticadas a gran escala sea muy improbable, y definitivamente llevará el arte de la detección y la atribución al siguiente nivel”, explicó el experto.

De acuerdo con el reporte las operaciones muy complejas y patrocinadas por gobiernos se acabaron, lo que dejará a las ATPs en la clandestinidad, es decir, con la intención de no hacerse notar. Otras predicciones publicadas por la firma se mencionan más ataques de cadena de suministro, por lo que es importante verificar la seguridad con la que cuentan los proveedores de servicios, crecimiento en botnets enfocados en los dispositivos conectados al Internet de la cosas, y un crecimiento constante en spear-phishing (estafa de correo electrónico).

 

Fuente :
https://elsemanario.com